A diario recibimos mensajes no deseados o incluso peligrosos en nuestros correos electrónicos y navegadores. Nos protegen los Antivirus de la amenaza al 100%?
La respuesta es no. La lucha de los programas antivirus, antimalware y antispam es parecida a la de los antibióticos – primero existe la amenaza y luego se reacciona ante ella. Es difícil prever las “mutaciones” que puede haber en la informática y que además no se basan en la casualidad sino en el lado oscuro de la inteligencia humana.
Los primeros virus no tenían grandes intenciones. Eran destructivos, eliminando archivos o todo el contenido del disco duro, o según el punto de vista divertidos, girando la pantalla 180 grados entre otras cosas, pero siempre molestos y normalmente bien visibles.
Hoy día el fin de los virus ha cambiado. Ya no quieren hacer daños irreversibles en los ordenadores sino se quiere conseguir un beneficio económico del bien ajeno. Estan los no-virus como los cookies que no son programas sino trozos de texto que informan a quien lo quiere saber sobre nuestros gustos e inclinaciones guardando las búsquedas y visitas que hacemos navegando por internet. Más peligroso son los troyanos y espías que entran desde los correos electrónicos y páginas web corrompidas o de dudosa reputación. Se hacen invisibles. No llaman la atención del usuario ya que quieren actuar en el fondo y transmitir a su dueño nuestros nombres de usuario, contraseñas y números secretos sobre todo relacionado con la banca en línea y otras gestiones de dinero. Los troyanos a cambio proveen accesos remotos a personas no autorizadas con el fin de tomar el control del equipo para usarlo por ejemplo en el envío de correos spam o durante los ataques informáticos a servidores de grandes corporaciones. Queda como ultimo la familia de los criptovirus. Es uno de los tipos de virus más recientes. Toma como “rehenes” nuestros archivos personales cifrándolos con un algoritmo no descifrable si no se conoce la clave para hacerlo. Feliz el que tiene una copia de seguridad para restaurar los archivos, ya que la persona que no dispone de ella solo tiene dos opciones: Dar todo por perdido o pagar el rescate que suele moverse desde los 500 y hasta 20.000 EUR.
Sin duda es recomendable tener un buen Antivirus y un Antimalware y por supuesto la versión de pago, pero la primera y más importante línea de defensa está en nosotros.
Si nunca hemos recibido un aviso por e-mail de una carta certificada o si nunca hemos recibido facturas de nuestra compañía eléctrica y ahora nos llega un mail así, deberían encenderse nuestras alarmas internas y deberíamos desconfiar al 100% de ese mail. No abrir ningún adjunto ni hacer clic en ningún link que está en el mail. Si no sabe exactamente que hacer, reenvíe el mail a una persona con conocimientos de informática y después bórrelo de inmediato. Desconfíe siempre de adjuntos. Incluso fotos pueden contener virus. Desconfíe de los remitentes. Incluso una dirección de un amigo suyo puede ser falseado. Si le llega un mail así y el mensaje le parece raro por la forma de escribir, la elección de palabras, el idioma etc. contacte con el remitente por teléfono o en un nuevo mail, no respondiendo al que ha recibido, pidiendo confirmación del otro mail.
Lo mismo vale cuando una página web nos pide instalar algún complemento. Si no está seguro de lo que hace, cierre el navegador y consulte con su informático. Si descarga un programa, aunque sea de una página web de descargas fiable y sellado de “libre de virus”, no se fie cuando lo instala. No hay nada gratuito en este mundo y muchos programas “gratuitos” vienen cargados de otros programas que inyectan publicidad en los navegadores, nos cambian la página de inicio, los buscadores preferidos o directamente redireccionan todo el tráfico de internet a través de otros servidores para analizar nuestros gustos.
Cuando instala o actualiza un programa mire atentamente las ventanas de instalación. Hasta en programas como el Acrobat Reader o el Java se esconden programas adicionales aunque en estos casos piden permiso. Lea bien las instrucciones. El “Siguiente, Siguiente, Finalizar” es la base de los programas no deseados. Hay casillas para activar o desactivar, a veces incluso clic en “cancelar” y entender fórmulas como “Si no quiere no instalar y no proseguir con la desinstalación” para evitar que se cuelen los invitados sin querer. No todo lo que se instala es malo pero seguro que la mayoría no se requiere y como mínimo ocupa espacio, ralentiza el sistema y da lugar a errores y comportamientos extraños.
Adquiera la costumbre de hacer copias de seguridad con regularidad. Hay software fácil de usar de bajo coste o incluso gratuito. La copia de seguridad se tiene que realizar en un soporte externo y al terminarse la copia se debe desconectar del ordenador y guardarse en un lugar seguro. Un Criptovirus no solo encripta el disco duro del ordenador sino sigue con todo lo accesible como discos duros externos y memorias USB conectados e incluso carpetas compartidas en red a las que tiene acceso.
Si tiene dudas sobre correos electrónicos, webs, programas u observa un comportamiento extraño de su equipo – no toque. Apáguelo todo y consulte con su informático de confianza.
Ninguna precaución es demasiada.